sábado, 30 de julio de 2011

Destacada participación de escritor sureño afincado en Arica

León Danilo

Escritor sureño, residente durante muchos años en La Serena, miembro de la Sociedad de Escritores de Chile, SECH; socio del Círculo Literario Carlos Mondaca Cortés de La Serena. Se trasladó a nuestra ciudad de Arica  por razones laborales y se ha constituido en um comprometido integrante de La SECH- Arica y de la Sociedad Literaria Artes y Letras de Arica con una destacada participación en la Jornada cultural binacional “La tradición y los grandes autores unen a los pueblos, donde ofició de locutor en los dos eventos: Lanzamiento del libro “Arica y Parinacota , ruta de leyendas" en el marco del 470º Aniversario de la fundación de la ciudad de Arica y en el programa de Lectura de excelencia: Vallejo, Mistral, Vargas Llosa y Galaz, que se realizó para festejar El dia del libro y del derecho de autor. Su contribución a la obra  consistió en unas palabras preliminares sobre mitos Y leyendas :

CONCERNIENTE A MITOS Y LEYENDAS.
                                        León Danilo 
“No hay islas vírgenes que conquistar para mí en el terreno del lenguaje”[1].

Para referirme a Mitos y Leyendas debo abordar algo que me parece real e indesmentible: al final, el ser humano resulta ser siempre un animal agónico. No acabamos de reconocer nuestros deseos inconfesados, nuestros rechazos involuntarios, nuestro mundo reprimido, repleto de humillaciones, ansiedades y zozobras. Tiramos adelante con nuestra biografía, llenos, siempre, de fantasmas.

Los fantasmas que nos atemorizan individualmente se hacen presentes, y de forma notoria, en el origen de los grandes mitos y leyendas de la humanidad, en ellos hemos dejado develados nuestros temores y fracasos substanciales y colectivos.

La inevitabilidad de la muerte y la búsqueda de la inmortalidad, han sido sin lugar a dudas una de las fuentes de interrogantes esenciales del ser humano. Nadie quiere Viernes Santo. Nos gustaría vivir en constante vigilia de Pascua de Resurrección, pero fatalmente terminamos mal; buscamos salidas al drama de la muerte que nos hemos creado; y las encontramos en mitos y leyendas: en “El Aleph”, de Jorge Luis Borges, en el cuento “El Inmortal” encontramos el testimonio de un hombre  que habla de un río que “purifica de la muerte” y la existencia de una ciudad habitada por inmortales; hasta aquí debería quedar el cuento. Al seguir leyendo se nos derrite la esperanza: ese testimonio es el detonante para que alguien más se decida a encontrar la ciudad de los inmortales; el que sale a buscar es un soldado romano; en Roma se le advierte: “Dilatar la vida de los hombres es dilatar su agonía y multiplicar el número de sus muertes”; adiós ilusión.

La “Epopeya de Gilgamesh”[2], poema épico de origen sumerio del siglo XVII a.de.C. encuentra en Babilonia una versión más elaborada del mismo  en el siglo VII antes de Cristo. Los temas graves están en él. Ante el cadáver de su amigo, Enkidu, Gilgamesh toma conciencia de la triste condición humana y decide buscar la inmortalidad. Encuentra en el fondo de las aguas la planta que le hará inmortal, pero acto seguido se la roba la serpiente; morirá; no hay final feliz. Igual sucede en la eterna historia del hombre que vende su alma al Diablo para recuperar la juventud, no hay final feliz, nunca lo habrá.

Parece imposible, no podemos concebir un pueblo sin su mitología, sea por la invención de uno solo, sea por una producción colectiva engendrada por una especie de instinto.

Por otro lado, nuestros saberes no alcanzan para explicar analogías tan estrechas entre los universos mitológicos de pueblos de regiones tan diversas y distantes en la geografía terrestre. El mito de la Creación, el Diluvio Universal, la búsqueda de la inmortalidad toman diferentes formas según las culturas, lugares y épocas. Los encontramos una y otra vez en apartadas regiones del planeta, en sociedades que, al parecer, nunca tuvieron contacto, como si fueran relatos de intertextualidad.

El Mito es una narración que, desde un lenguaje simbólico, recupera los orígenes del mundo en su inicial creación. Así, el mito alude generalmente al nacimiento del universo o al tema de cómo fueron creados los seres humanos y animales, o cómo se originaron las creencias, los ritos y las formas de vida de un pueblo.

El tiempo mitológico, implica un tiempo fuera del tiempo, que circula en forma cíclica. Esto significa que la historia vuelve a repetirse una y otra vez porque es un acontecimiento concreto el que lo pone en  funcionamiento para que la creación comience nuevamente.

La mitología es un complejo universo de construcción colectiva que traduce los interrogantes que un pueblo se hace a sí mismo en un determinado momento de la historia. La fascinación que despiertan hoy en día este tipo de relatos sobrevive intacta: basta ver los productos de la industria cultural inspirados en tradiciones celtas, como las sagas cinematográficas de "El Señor de los anillos", "Las Crónicas de Narnia" o el taquillero "Harry Potter"; los héroes superpoderosos como Superman o Batman, que recuerdan las increíbles hazañas de algunos protagonistas de la mitología grecorromana; incuso ciertos productos de tradición oriental  como la sofisticada galería de personajes fantásticos que suele predominar en el animé japonés.

La palabra mito deriva del griego mythos, que significa palabra o historia. Un mito tendrá un significado diferente para el creyente, para el antropólogo, o para el filólogo; esa es precisamente una de las funciones del mito: consagrar la ambigüedad y la contradicción.

Las leyendas también hablan de nuestra condición despavorida y “esperante”. Un monstruo que es necesario matar  para penetrar en el lugar prohibido y sugestionador, la princesa encantada que se halla en un lago sin fondo dentro de un castillo resguardado por hidras, serpientes y dragones. Alguien debe arriesgar su vida para rescatarla; la búsqueda de la vida inmortal que siempre escapa.

La leyenda, a diferencia del mito, es una narración o colección de narraciones relacionadas entre sí de hechos reales y de ficción. La palabra leyenda procede del latín medieval “legenda” y significa “lo que ha de ser leído”.

Este tipo de historia no pretende explicar lo sobrenatural. Es un relato que,  hace resaltar algún atributo o característica de un pueblo, región o ciudad. No pretende explicar nada, sino relatar un suceso, muchas veces tiene un fin moralizante y didáctico; si bien transcurre en un tiempo histórico reconocible, la leyenda se diferencia de la historia porque, nadie puede probar que todo lo narrado en una leyenda haya ocurrido realmente.

El permanente interés del ser humano por los mitos y leyendas va más allá de lo literario, lo estético o incluso su aspecto lúdico: puede promover climas de reflexión en los ámbitos más diversos.
En resumen, el mito y la leyenda subsisten a través de sus diferentes máscaras, como una ventana hacia lo simbólico, una suerte de puente necesario que conecta al hombre con el universo, a la razón con la intuición. Configuran universos en la sinuosa frontera en la que se confunde lo sagrado y lo profano, emanando la misteriosa energía de los que la imaginaron y de los que la siguen irradiando por todo el planeta.


[1] “El Tema de Nuestro Tiempo”, José Ortega y Gasset, 1883-1955, filósofo y ensayista español.
[2] Poema de Gilgamesh, importante obra literaria sumeria, escrita en caracteres cuneiformes sobre doce tablillas o cantos de arcilla alrededor del año 2000 A.C.

2 comentarios:

  1. interesante ensayo, León Danilo, amenamente didáctico... felicitaciones, Ro

    ResponderEliminar
  2. Caramba Leon Danilo !! soy o trato de no desmedirme : pero hijo, esto es genial, esto que has puesto aqui es un acto de epifania...no sabia que alli en Chile existiesen (y sé que no existen!)O seres como tu...insisto, rara vez he leido algo que me guste tanto, claro, diran que soy simbolista y analista y que estoy vendida de antemano...pero lo tuyo es brillante y tienes pasajes de antologia...pero donde estabas escondido, hijo, me puedes decir ?
    "La mitología es un complejo universo de construcción colectiva que traduce los interrogantes que un pueblo se hace a sí mismo en un determinado momento de la historia..."
    Leon Danilo, te declaro genial! aunque me digan ditirambica o pluscuamperféctica...abrazos!!!

    ResponderEliminar